Como todos sabemos, desde el 2020 el mundo y todo lo que era nuestra realidad hasta entonces se vio modificado y afectado, producto del estallido de la pandemia del COVID-19.
No es ajena a esa situación la industria de la aviación. Es más, el cierre de fronteras, los diferentes lock-downs y la interrupción de gran parte de las actividades económicas y sociales impactaron fuertemente y de forma negativa en la industria del transporte aéreo. Las líneas aéreas estuvieron prácticamente sin actividad por un gran período de tiempo, situación que las llevó, en muchos casos, a suprimir determinadas rutas, dejar de operar en algunos países o en los casos más graves, incluso desaparecer.
Pero como reza la popular frase, toda crisis puede ser una gran oportunidad, y esa frase es la que describe la fase por la que la aviación ejecutiva está atravesando.
La recuperación del sector continúa a paso firme. En primer lugar se encuentra Estado Unidos, donde se registra un crecimiento, según mediciones del pasado mes de Mayo, del 166% (Fuente: WingX). Mucho más lento, pero no por eso menos firme, es el crecimiento registrado en Europa, donde las cifras registran un incremento en la actividad del 30%.
En América Latina, la aviación ejecutiva es una herramienta en desarrollo y con la llegada de la pandemia las empresas del sector están investigando cómo se ven afectadas las conductas de los pasajeros.
Flapper, una de las empresas líderes en la región, ha registrado y agrupado en 5 puntos básicos las tendencias en el comportamiento de los pasajeros durante la pandemia:
Urgencia: las solicitudes de los vuelos son cada vez más urgentes ya que las personas no planifican con tanta anticipación.
Destinos Remotos: Aumento en solicitudes de ciudades pequeñas y alejadas ya que muchas personas están eligiendo mudarse a sus casas de descanso.
Alcance Internacional: debido a la amplitud de alcance de las empresas de la región sumado a la falta de conexiones comerciales, en muchos casos producto de la supresión de determinadas rutas aéreas.
Carga: es cada vez más frecuente la utilización de la aviación ejecutiva para el transporte de cargas a nivel regional.
Turismo Sanitario: tal vez el punto más llamativo, la vacunación se convirtió en uno de las nuevas motivaciones para viajar.
Además, a pesar de las prohibiciones de viaje y las restricciones de los distintos países, los viajes en aviación privada se perciben como una alternativa segura de transporte aéreo, que ofrece muchos menos puntos de contacto durante el viaje que la aviación comercial.
Por todos estos motivos, se cree que las tendencias en el corto y mediano plazo se orientan a tres puntos fundamentales:
Incremento de nuevos participantes en el mercado: esto quiere decir el acercamiento a esta modalidad de transporte a personas con la capacidad para costearlo pero que por algún motivo aún no han vivido la experiencia.
Migración de grandes núcleos urbanos: se estima que la pandemia llevaría a que muchas personas decidan residir en lugares más pequeños y alejados de las grandes urbes.
Vuelos Charter internacionales: debido a la falta de oferta en la aviación comercial se registran aumento en la demanda de destinos internacionales.
Ahora sólo resta esperar para ver de qué manera se desarrolla el sector en el contexto de la nueva normalidad.